El mantenimiento de suelos es esencial para cualquier negocio. Es la carta de presentación de cualquier espacio y, además, ayuda a garantizar la seguridad y el confort de los visitantes y empleados. Y para tener un suelo perfecto, se necesita una abrillantadora.
Una abrillantadora es una máquina de limpieza que, gracias a su motor eléctrico, hace girar un portadiscos o cepillo en el suelo. Es una máquina muy versátil diseñada específicamente para limpiar, pulir, abrillantar, decapar, eliminar rayones y quitar manchas superficiales o que han penetrado en el suelo.
Trabaja a través de discos que varían según la función que se precise (desengrasar/decapar o abrillantar) y que se sustituyen en pocos pasos y sin necesidad de herramientas. La máquina se puede utilizar inmediatamente después de instalar el disco en cuestión para pulir superficies y devolver su brillo natural.
Gracias a las abrillantadoras, los operarios pueden realizar sus tareas de limpieza industrial de la forma más efectiva, segura y eficiente. Hoy vamos a explicar de forma sencilla los pasos a seguir para usar correctamente una abrillantadora.
Pasos para usar una abrillantadora
Para obtener los mejores resultados tras un proceso de abrillantado, este debe constar de siete pasos. Antes de empezar tenemos que preparar: lana de acero, decapante, abrillantador, cera, disco abrasivo blanco y por supuesto la abrillantadora de suelos.
Y ahora toca seguir los 7 pasos:
- Quitar obstáculos: Si en la zona a abrillantar haya puertas o elementos que vayan a suponer una dificultad, debemos quitarlos de en medio para conseguir que todo quede libre y que nuestro trabajo se pueda realizar de forma cómoda. Además, hemos de proteger con cinta de carrocero las zonas que puedan contactar con la máquina.
- Colocar la lana de acero: Esta puede ser con forma de espiral, torta o ensaimada, de un tamaño igual al diámetro que posee el disco de la máquina.
- Pulverizar con una pistola con decapante: Hay que hacerlo entre 2 y 4 metros cuadrados de zona a tratar para quitar la suciedad. Lo dejamos unos minutos para que actúe en el suelo. Realiza primero una prueba en una superficie que no sea visible.
- Colocar la abrillantadora: Debemos ponerla sobre la lana de acero a la que le hemos dado forma antes y la pasamos sobre la superficie sobre la que hemos pulverizado el decapante.
- Secar la zona: Dejamos que se seque la zona tratada durante una hora. Después limpiamos con una fregona para eliminar los residuos que hayan quedado.
- Rociar abrillantador y pasar de nuevo la máquina: Una vez pasado ese tiempo y teniendo la zona seca y limpia, rociamos el abrillantador (sin encharcar la zona). Posteriormente pasamos de nuevo la abrillantadora, y dejamos actuar una hora más.
- Pasar la cera: Para terminar, pasamos la cera empleando el disco abrasivo y ya tendremos un suelo como nuevo.
Si es la primera vez que utilizas la abrillantadora de suelos, te aconsejamos que realices una prueba previa en una zona en la que puedas experimentar un poco.
Estamos hablando de una zona que no sea visible y en la que puedas hacer este tipo de pruebas para mejorar la técnica y obtener un mejor acabado. Cuando tengamos claro el proceso ya podremos dirigirlo a las superficies a tratar.
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