A la hora de aprovisionar tu almacén con maquinaria logística, dispones de diversas opciones. Un aspecto importante que debes pensar es si te conviene más una máquina nueva o de segunda mano. Aunque también podemos optar por una posibilidad intermedia: una carretilla reacondicionada.
El proceso de reacondicionamiento en las carretillas elevadoras permite el reaprovechamiento de máquinas de segunda mano que tienen un precio inferior que las nuevas, pero con una eficiencia similar. Porque a pesar de tratarse de carretillas de segunda mano, el proceso de reacondicionamiento garantiza su calidad, rapidez, seguridad y operatividad.
Pero cuando el debate está entre la compra o alquiler de una carretilla que no es nueva, debes tener en cuenta que no es lo mismo una carretilla usada que una reacondicionada para su uso. Aquí te explicamos las diferencias.
Diferencias entre carretillas usadas y reacondicionadas
La principal diferencia que encontramos entre una carretilla reacondicionada y una usada es el proceso de revisión y mantenimiento al que se someten estas máquinas. Técnicos especialistas revisan las carretillas usadas para asegurar su correcto funcionamiento. Se fijan en elementos del interior de la máquina como motor, gases de escape o batería.
Pero en el caso de las carretillas reacondicionadas, estas son sometidas a un proceso más minucioso: la máquina escogida pasa por un proceso exhaustivo a cargo del personal técnico especializado que revisa tanto el interior como el exterior de la máquina y reemplaza las piezas que lo requieran por piezas nuevas originales.
Es decir, una carretilla usada o de segunda mano, aunque también es sometida una revisión general para su venta o alquiler, no es examinada tan al detalle como una reacondicionada ni tendrá piezas nuevas. Por ello, no dispondrá de la misma garantía de funcionamiento.
Otra cuestión que debemos valorar es la personalización de la máquina. Que tengas entre manos una carretilla que no es nueva, no implica que no puedas adaptarla a tu operativa. Es decir, cuando hablamos de una carretilla reacondicionada, esta opción sí está a tu alcance. Sin embargo, no es así en las usadas, cuya ventaja es su precio y no la disposición y personalización de la misma.
Proceso de reacondicionamiento
Cada carretilla elevadora reacondicionada necesitará unas mejoras u otras dependiendo de sus características y situación. A continuación, te detallamos los principales procesos que se realizan para reacondicionar carretillas usadas:
- Consulta del historial: Conocer el historial del estado del vehículo reacondicionado desde el momento de su fabricación es muy importante poder hacer un reacondicionamiento correcto.
- Limpieza: Hay que limpiar la carretilla usada con alta precisión para poder eliminar los residuos de grasa, aceite o suciedad que ha ido acumulando.
- Revisión del motor: El diagnóstico del estado del motor es imprescindible para poder garantizar su seguridad y eficiencia, así como comprobar que cumple con la normativa vigente sobre emisiones de gases. Presiones, compresión, y ausencias de perdidas de lubricantes.
- Inspección de la batería: Otro elemento esencial de nuestra carretilla. Por eso, es importante que las baterías y cargadores estén en condiciones de uso por encima del 75% de eficiencia. Si no es así, hay que sustituirlos.
- Pintura: Las carretillas reacondicionadas se pintan por completo, interiormente y exteriormente, para que vuelvan a lucir como un modelo a estrenar. También se renuevan sus adhesivos y pequeñas imperfecciones de la chapa. Adhesivos de seguridad, placas identificativas.
- Revisión de ruedas, chasis y otros elementos: Al igual que con el motor o la batería de la carretilla, estos otros elementos también hay que inspeccionarlos para comprobar su estado. El objetivo es que funcionen como el primer día, aunque para ello hagan falta sustituciones de piezas.
En definitiva, con el reacondicionamiento de carretillas buscamos que su estado esté perfecto tanto en sus condiciones mecánicas, eléctricas, ergonómicas como estéticas. Esto convierte a las carretillas reacondicionadas en una opción que ofrece garantías de calidad y que es más asequible que una carretilla nueva.
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